#PolíticaParaPensarYActuar | Una vez
más, tuve la oportunidad de asistir a uno de los recorridos de Medellín A Pie,
con la Concejala Daniela Maturana y su equipo interdisciplinario, en el que,
dejando de un lado los prejuicios, visitamos el barrio La paz de la comuna 10 La
Candelaria, donde existe una aglomeración de habitantes en situación de calle.
Quedé abrumada cuando me encontré frente a una situación que creía disminuida,
pero que tristemente va en aumento a pesar de los esfuerzos de la Alcaldía.
"La Alcaldía de Medellín, a través de la secretaría de inclusión social, viene realizando un proceso de resocialización con el programa Granjas Somos Gente, éste se divide en tres etapas: acogida y estabilización; regulación emocional y una tercera fase en la que se logra independencia emocional y búsqueda de autonomía, que les permita salir a las calles con responsabilidad, seguridad y con algún tipo de arte u oficio para seguir reconstruyendo su proyecto de vida" Es una labor larga y delicada que no cualquier persona puede llevar a cabo; sin embargo, como sociedad civil, si podemos formar parte de la prevención de una situación que ya es un problema de salud pública y debe ser tratado de manera integral.
Por eso, la Concejala Daniela Maturana, se une a los diferentes esfuerzos, liderando debates y propuestas para la ciudad en materia de deporte, educación, cultura, diversidad e inclusión, equidad de género, protección de los derechos de nuestros niños, niñas y adolescentes, entre otros.
En
aquella ocasión, contamos con la presencia de la Fundación Aguapaneleros de la
noche, la cual comenzó hace 25 años a través Don
Antonio y su esposa. Cada jueves, se reúnen con personas que
habitan la calle, para brindar un acompañamiento moral y psicológico, además de
llevarles aguapanela y pan no para calmar su hambre, sino para invitarlos a
evocar la confianza, la solidaridad, el amor. Sentimientos propios de ese ser
humano que aún llevan consigo.
Su labor,
es la de ser un vehículo sensibilizador entre los habitantes de calle y el
resto de la sociedad, buscando así visibilizar y dignificar a un
grupo de personas que viven en la penuria por diversos factores determinantes y
en las que cualquiera podría llegar a caer.
Recordemos algunos factores de riesgo
determinantes:
Neurobiológicos
- Propensión a psicopatologías no tratadas adecuadamente.
- Ansiedad y niveles elevados de estrés en individuos que por alguna razón no cuenta con redes de apoyo.
- Las experiencias traumáticas por abuso sexual o físico, conflictos o violencia intrafamiliar, falta de atención integral para la primera infancia.
Sociales: La exclusión social por
pertenecer a algún grupo minoritario, vulnerable, o discriminado por raza,
religión.
Estructurales: falta de vivienda, de empleo e
ingresos, cambios económicos e institucionales de fuerte impacto social, etc.
Abuso de
sustancias psicoactivas, a raíz de los factores anteriores.
"La limosna, no es más que un remedio contra la vergüenza ajena en el que solo se libera del remordimiento de conciencia; y a cambio, se incentiva la mendicidad". Anónimo.
"Cuando tienes vergüenza ajena sientes empatía por alguien que pone en peligro su integridad al violar las normas sociales, se trata de una vergüenza empática", Frieder Michel Paulus, neurocientífico alemán.
Lo anterior, basado en resultados de un experimento neuronal en el que se demostró que cuando percibimos cómo otros destrozan sin pudor las normas sociales, el cerebro pone en marcha las mismas regiones que en momentos empáticos: La corteza insular y el córtex del cíngulo anterior. Estas dos regiones cerebrales serían estructuras relacionadas con las emociones viscerales y la sensación de alerta, respectivamente". Texto extraído del sitio web Guioteca.
Por eso, la Concejala Daniela Maturana, se une a los diferentes esfuerzos, liderando debates y propuestas para la ciudad en materia de deporte, educación, cultura, diversidad e inclusión, equidad de género, protección de los derechos de nuestros niños, niñas y adolescentes, entre otros.
¿Se han preguntado cómo está su rueda de la vida y en qué aspectos debe trabajar más?. Aparte de educarnos en las instituciones educativas, es
importante recordar también que existe en Medellín una amplia oferta de
talleres, cátedras, asesoría psicológica, impartidos por las bibliotecas,
museos, casas de la cultura, canales locales y regionales, para el desarrollo de cada
inteligencia, en especial la emocional. Es nuestra responsabilidad estar pendiente de la
programación y divulgarla, porque no vivimos solos, somos una sociedad que compartimos muchas emociones, espacios, y si queremos vivir en paz....
Bien, entiendo que esta problemática no sea fácil de abordar, si se tienen en cuenta los numerosos temas al rededor de ello; y cada persona debe hacerlo a su ritmo, pero la invitación, es a que reflexionemos y hagamos un debate basado en el respeto y la empatía, verán que el camino hacia la solución se hace menos complicado y menos largo.
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